Este comportamiento se vuelve comprensible cuando lo enfocamos desde la construcción de la identidad o personalidad del adolescente. Lo identificamos como el momento en que tomará decisiones sobre sí mismo.
Como padres, buscamos crear espacios de interacción positiva y respetuosa con nuestros adolescentes, que también sean sensibles a su proceso emocional. Fomentamos el saludo afectuoso y mostramos interés en la decoración de su habitación, y en algunas ocasiones expresamos con prudencia nuestras opiniones sobre su vestimenta o amistades.
En cuanto a las actividades escolares, agradecemos cuando hay oportunidades para que los padres participen, ya que esto fomenta el sentido de pertenencia y el trabajo en equipo. Valoramos aquellas actividades formativas que destacan la importancia de la unidad familiar y la convivencia fraternal.
Con el fin de alcanzar este propósito, es recomendable que una institución educativa organice actividades que:
- Motiven el compromiso tanto de padres como de hijos para enfrentar retos juntos.
- Busquen beneficiar a los demás o atender las necesidades del entorno.
- Fomenten el respeto hacia las diferentes opiniones y perspectivas.
- Inviten a una interacción constructiva y enriquecedora entre todos los participantes.
Aunque estas características no son las únicas ni definitivas, son las más comunes en una actividad que estrecha los lazos entre padres e hijos y crea recuerdos inolvidables.
En Alianz Comunidad Estudiantil, practicamos y cultivamos esta filosofía en la comunicación entre padres e hijos. Una parte fundamental de nuestro éxito en la secciones de Secundaria y Preparatoria es la unidad familiar y el sentido de pertenencia que promovemos en un ambiente armónico y fraternal.
Al buscar el Colegio adecuado para nuestros hijos, no podemos descartar la importancia de este tipo de actividades, ya que influyen positivamente en la crianza de los adolescentes.